Chácaras

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Las chácaras son instrumentos tradicionales de percusión típicos de Canarias, especialmente de las islas de La Gomera y El Hierro. Son muy similares a las castañuelas españolas pero construidas en madera o hueso y de mayor tamaño.

Las de La Gomera son mayores que las de El Hierro, incluso más grandes que la propia mano del tocador. En las otras islas, existen instrumentos similares pero de menor tamaño llamados castañetas o castañuelas.

Existen dos tipos de chácara:

  • Macho: De sonido grave y mayor tamaño, se encarga de marcar el ritmo de la canción.
  • Hembra: Es más pequeña y aguda y realiza los repiques o contrapuntos.

Origen de las Chácaras

La teoría más plausible sobre el origen de este instrumento es que procedía del norte de África, como los tambores, pero no podemos asegurar que fueran utilizados antes de la llegada de españoles y portugueses.

Si bien es cierto que muchos de los bailes y cantos que aún existen en Canarias son de origen aborigen, no podemos asegurar que estos utilizasen tambores y chacaras para acompañar sus cantos, instrumentos que se incorporaron a la cultura popular tras la conquista. Los antiguos habitantes de la isla pueden haber utilizado conchas o piedras para marcar el ritmo, aunque no hay evidencias al respecto.

¿Cómo se hace la Chácara?

Hombre tocando chácaras

Las chácaras siempre se han elaborado a partir de corazón de morera o moral, viñátigo, babuzano o castaño. Las más duras y ligeras son las de corazón o morera, aunque las de barbuzano o viñátigo también son una buena elección. El secreto de un buen sonido de chácara es la correcta separación de de sus hojas y la manera de cavar los huecos en ellas.

¿Cómo se tocan las chácaras?

La chácara de voz aguda se utilizará para el repique y la de voz grave, para majar junto al ritmo del tambor. Los repiques suelen ser interrumpidos cuando canta el «romanciaor» o seguidos cuando cantan los «respondeores». No hay ninguna regla en el folclore canario musical que haga interrumpir o seguir el repique, pero se suele respetar tradicionalmente.

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