Bucio

bucio folclorecanario

Bucio es una palabra canaria común que se usa para designar a las caracolas marinas que se usan como instrumentación musical. El instrumento se consigue cortando el extremo opuesto a su abertura, donde se colocarán los labios.

Presente en todas las islas de Canarias, su nombre proviene del portugués búzio, que s su vez viene del latín bucinum, que significa trompeta. Actualmente, su uso ha disminuido de manera preocupante y se intenta recuperarlo como parte de la historia de las Islas Canarias.

¿Qué es un Bucio?

El bucio o busio es un molusco gasterópodo que vive en los fondos rocosos y arenosos hasta los 700 metros de profundidad. Se alimenta de equinodermos y otros invertebrados y es una de las pocas especies capaz de comer el erizo de mar Diadema Africanum. Con una gran abertura ovalada y de color pardo u ocre, el cuerpo anaranjado o rojo de este animal puede alcanzar los 32 cm.

Actualmente, las especies Charonia lampas y Charonia variegata están amenazadas debido a la extracción excesiva para usos tradicionales y ornamentales. Capturarlos actualmente está completamente prohibido.

El Bucio como instrumento de la música tradicional Canaria

Con un sonido suave, como un murmullo a lo lejos o un pitido chirriante para avisas a quien lo escucha, el bucio canario se toca de mil maneras desde la época de los aborígenes de la isla.

El uso más común del aborigen era para hacer una señal festiva, transmitir un mensaje, advertir de ataques piratas, funerales o como despertador. Más tarde se hizo imprescindible para los habitantes de la isla en el aviso de incendios o inicios de jornada laboral.

Las posibilidades de este instrumento tradicional Canario son infinitas y constituyen el código necesario para interpretar su sonido. Su uso forma parte del folclore tradicional canario.

Origen

Se cree que el uso de bucio se remonta a los habitantes de las islas antes de la llegada de los conquistadores españoles. Los pastores del archipiélago siempre lo han utilizado para hacer señales útiles o festivas, desarrollando un toque específico para cada situación. También se usaba como señal para marcar tiempos de suelta en labores agrícolas o para avisar cuando una montaña está en llamas.

Se solían escuchar los vicios entre el jaleo de la gente en la hoguera de San Juan, en La Aldea de San Nicolás de Gran Canaria. Si en la bajada de la rama el bucio va acompañado del agua, en la noche de San Juan lo hace el fuego. Este elemento se relaciona básicamente con el origen volcánico del archipiélago.

¿Donde se toca?

Aunque fusionadas bajo formas cristianas, entre las celebraciones de raíz aborigen que aún perviven, destaca la Bajada de la Rama, una procesión de los antiguos canarios para rezar por la lluvia. En ella, se portaban ramas a la montaña sagrada donde las harimaguadas bailan y cantan mientras claman al cielo. Luego son conducidas por el faycán en procesión hasta la playa, donde se dejan los bucios y golpean el mar con las ramas.

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